El joven convirtió el primer gol de Unión ante Newbery y el Azul hoy es único puntero. Barrio, con 17 años, ya es un jugador de primera división.
Hace varios años ya se hablaba de él. Cuando apenas era un nene y la pelota era más grande que su cuerpo River Plate lo vio y se lo llevó. Las vueltas de la vida y los costosos viajes a Capital Federal hicieron que se quede en Tres Lomas para jugar en Unión. Su Unión.
Cuando el Pituco ganó el primer título de la seguidilla de torneos que conseguiría, allá por 2010, Barrio tenía apenas 11 años. No fue difícil divisar que su futuro estaría ligado al fútbol y a la primera división.
Hoy, el joven de 17 años se ganó un lugar como titular en el equipo de Norberto Borjes, a fuerza de goles importantes y buenas actuaciones. Es una pieza clave, teniendo en cuenta los importantes jugadores con los que cuenta el entrenador en el banco de suplentes.
El domingo por la tarde, promediando los 20 y pico minutos del segundo tiempo, con el marcador y el partido cerrado, Barrio quedó mano a mano con un arquero de experiencia como Sebastián Illesca. Supo que si convertía se desataba la locura de la parcialidad Pituca y Unión era único puntero.
El pánico escénico que podía generar la mirada de 900 personas no lo invadió. Convirtió y lo fue a festejar con su familia, esa que lo siguió en cada categoría y en cada cancha donde fue figura y capitán. Lo dedicó al cielo. Con ese tanto, Unión abrió el partido y quedó como único líder. Ganó una final. Y Agustín se terminó de consagrar como un jugador de primera división.
La sonrisa del día siguiente a la victoria aún debe seguir dibujada en su rostro. Partido y victoria histórica de Unión ante un excelente rival que siempre lo complica. Y el niño gigante convirtió el gol más importante de su (corta) carrera.
Foto: Santiago Lucas