Diego Orlando Torres se convirtió este año en el máximo goleador de la historia del fútbol de la Liga. Con 158 goles, igualó a Gerardo Alzogaray y así ambos comparten el primer lugar. En un mano a mano imperdible, el delantero habló de todo.
Por Evelyn Tabares – estudiante de periodismo deportivo
Sos el máximo goleador de la historia de la liga de Tres Lomas con 158 goles, ¿Cómo te sentís al respecto?
Hoy no caigo, a medida que pasen los años me voy a dar cuenta de lo que hice con solo 28 años.
¿Cuál fue tu gol más importante?
Sin dudas el que le convertí a Unión, en la final del 2012. Fue el más valioso.
¿Cómo empezó tu trayectoria en el futbol?
Comencé en la escuela de futbol de Unión cuando tenía alrededor de 6 o 7 años y cuando Unión no entró en la liga me paso a Atlético Argentino. A los 10 años me voy a Buenos Aires y juego casi 2 años en Quilmes, con prueba en River, Estudiantes y San Lorenzo. Me volví a Tres Lomas porque extrañaba mucho y no era fácil vivir allá porque era muy chico y casi no veía a mi familia, solo podía hablar apenas por teléfono. Ahí es donde Argentino queda con mi pase, lamentablemente por no tener experiencia en confianza dejo que me cuiden mi pase y yo no sabía de la importancia que tenían esos papeles.
Hoy en los momentos vividos en mi trayectoria futbolística me arrepiento mucho de esto.
En primera debuté en el interligas en el 2003 en cancha de Argentino contra Progreso, por medio de Nelson Alzogaray, que ha sido siempre un gran referente para mi.
En enero de 2011 fui a Colombia a probarme a Deportivo Quindío, solo estuve 20 días y me volví, ya que mi nena tenía solo un año.
En el paso por la dirección técnica de Mario Lezcano, fue un el año más triste y más duro para salir adelante. Aun no encontré una respuesta a esa decisión. Varios domingos tuve que esperar sentado en un banco para poder entrar a jugar mientras veía que los resultados no eran los mejores. Se me decía que no entrenaba, que me faltaba estado y por dentro me moría de bronca, porque yo más que nadie conozco mi cuerpo, mis piernas, mi equilibrio emocional cuando los partidos hay que ganarlos. Pero bueno, fueron meses duros, donde tuve que irme de lo que yo pensaba que era mi camiseta, mi club. Pero estaba equivocado.
¿Se puede afirmar que el 2017 lo jugas en Jorge Newbery?
Las posibilidades están, y este club confió en mi y acompaño con todo respeto y aunque muchos digan que son fríos, es un club que te recibe como una familia.
Lamentablemente lo que es mío y fue arrebatado de mis manos con apenas 10 años hoy no lo tengo, y es mi pase, el que por respeto a mi deberían haberme dado. Pero aquí no se puede hablar de respeto.
¿Entonces, se puede decir que lo que queres es solo tu pase y no volver a Atlético Argentino?
A Argentino no vuelvo más. Porque el dolor que tengo no lo cura nadie. Pero hoy mi presente es esto que estoy viviendo que es hermoso, volví a sentir que el futbol está vivo en mí.
Mi pase es mío, aunque esté en juego dinero que generan mis piernas, lo tienen quienes de futbol están lejos.
Considerando tu corta edad, lo que te da mucho margen para seguir jugando y tu relevancia como figura dentro de la liga, en caso de que Argentino decida no darte el pase, significaría el fin de tu carrera futbolística?
No, estas actitudes de argentino no me van a cortar la carrera. Solo hay que sentarse a charlarlo y pelear a fondo lo mío.