La cabeza está intacta y las ganas también. El cuerpo ya no es el mismo de los 20 y pico. Marcelo «El Ruso» Moscardi, colgó los botines este fin de semana jugando para Villa Del Parque tras casi 20 años jugando en la Primera División de la Liga Cultural Deportiva de Tres Lomas.
El defensor dialogó con CyD, repasó su trayectoria, sus títulos y sensaciones tras dejar el fútbol.
«Este año jugué en reserva para despuntar el vicio, ya soy grande y las responsabilidades son otras. Aparte no soy tonto, me doy cuenta que los pibes volaban. A falta de seis fechas les comuniqué a mis compañeros que me retiraba al final. Los últimos tres domingos fueron intensos. Levantarme sabiendo que se acercaba el final, recordando los momentos tan lindos que viví, fue hermoso».
«Hice todas las inferiores en Unión, después me fui a Argentino y en el 2001 fuimos campeones con Dante «El Parrilla» Perez de técnico. Tenía unos compañeros terribles: Tita Lezcano, Calín Nievas, Pacho Martínez, Julio Funes, entre otros. Salimos campeones después de muchos años, fue increíble».
«Al año siguiente, ya con Abel Pidone de entrenador, ganamos el Interligas. Le ganamos la final a Huracán de Pellegrini, me acuerdo que ese día explotaba la cancha. En el arco teníamos a un fenómeno como «Cali» Haedo. Ganamos por penales, como volaba ese hombre. En dos años en primera ya tenía dos títulos».
«Ahí vivía en Henderson. Después me volví a Tres Lomas porque extrañaba. Ahí en 2004 se me salió la cadena y me echaron por dos años. Una locura. Luego, volví en 2007 pero ya tenía mi hijo en Daireaux y viajaba 400 kilómetros con mi esposa para jugar en Tres Lomas».
«En mi cabeza estaban las ganas de jugar en Unión, equipo del cual soy hincha. Mi pase estaba en Argentino, era difícil, por lo que decidí no jugar dos años y quedar con el pase en mi poder. Allí si, ya en 2010, con Beto Borges como DT y con Mariano «Forolo» Iriart, mi amigo y compañero de fútbol, cumplí con mi deseo y salimos campeones con un equipazo. «Turu» Peralta, Andrés Silva, Sebastián Cano, Cruz Zarate. Todos fenómenos».
«A mediados del 2011 me rompo la rodilla y vuelvo en 2012 a El Ceibo. Luego, 2013 y 2014 Argentino, 2015 El Ceibo de nuevo, y en 2016 me llamó Nelson Alzogaray para ir a 17. Un crack el gordo. Ya en 2017 la dupla Cazenave – Prieto me llamaron para Villa Del Parque y ahí me quedé hasta el final».
«Soy un afortunado del fútbol. No tengo más que palabras de agradecimiento para mis compañeros, dirigentes, hinchas de los clubes donde jugué y de la liga en general. Para mis viejos, hermanos, mujer e hijos que me acompañaron siempre. El fútbol es un hermoso deporte donde haces grandes amistades. El niño que sueña con jugar en primera que le de para adelante, que los sueños se cumplen. Hay que entrenar, aprender y escuchar a los profesores. El resto llega».