Alejandro «Patito» Martín se hará cargo del equipo. El equipo, tiene varios problemas para completar las formaciones tanto en 3° como en 1°.
El último domingo, tras la derrota 3 a 1 frente a Atlético Argentino, el entrenador de La Gloria, Raúl “Palomo” Changazzo, renunció a su cargo, tal cual adelantó Cultural y Deportiva en ese momento.
Teniendo en cuenta que ya es el segundo entrenador que renuncia en los Bichitos Colorados (Se había ido Ramón Benicelli en el Apertura), la comisión, encabezada por Edgardo Fontana se tomó unos días para tomar una decisión. Alejandro “Patito” Martín será quien se hará cargo del equipo, al menos, hasta que finalice el año futbolístico.
El joven, de 29 años, viene de ser ayudante de “Palomo” en primera, y era el DT de tercera división. En dialogo con CyD, Martín afirmó que La Gloria “tiene un plantel muy reducido, pero intentaremos hacer el mejor papel posible en lo que viene, porque los chicos que están saben lo que es defender la camiseta”.
“Patito” jugó en La Gloria hasta el año pasado, y este año “prefirió descansar” por un problema en la rodilla. “No sé si volveré a jugar, si me adapto y me necesitan, puedo seguir como entrenador”, deslizó.
Durante la semana, del Presidente, Edgardo Fontana, afirmó al Facebook oficial del club que «desde lo futbolístico, La Gloria tiene una deuda muy grande con la gente”. También resaltó lo que se está realizando a nivel edilicio y las inferiores del Club.
Desde CyD nos comunicamos el pasado lunes con el ahora ex técnico de La Gloria, Raúl Changazzo, y nos manifestó que no podía confirmar si continuaba o no como técnico porque no había dialogado con la CD. “Si me piden de continuar, no los voy a dejar solos. Al menos hasta que consigan un técnico. Nadie quiere renunciar porque sí, siempre pasan cosas que por ahí a uno le van sacando las energías”, sostuvo.
Martín tendrá una difícil tarea en La Gloria, más allá de la posición que ocupa en la tabla. En los últimos partidos del Apertura, Los Bichitos Colorados tuvieron muchos inconvenientes para armar el equipo tanto en tercera y primera, donde, en varias oportunidades, contaban con menos de once jugadores por categoría.