Conocé a la Bahiense que fue árbitro principal por primera vez en un partido oficial de la Liga Cultural y Deportiva de Tres Lomas.
El pasado día sábado 28 de octubre, en 30 de Agosto, el partido entre La Gloria y El Ceibo tuvo por primera vez en La Liga a una mujer como jueza principal del partido de primera división.
La joven Antonella Tachetti de 27 años en nuestra liga, acompañada también por el debut como jueza de línea de Gisela Trucco en la Superliga del fútbol argentino en el mismo fin de semana, dejan en claro que el sexo femenino empieza a ganar terreno en el fútbol.
Sus inicios en el arbitraje
“Soy profesora de educación física, y debido a mi carrera empecé a dirigir algunos partidos de fútbol, y fue así como me fui enganchando. De a poco me di cuenta que tenía vocación para hacerlo, fui mejorando, y hoy se transformó en una pasión”.
El entrenamiento físico
“En la ABA (Asociación Bahiense de Árbitros) tenemos un profesor para entrenar, y yo también entreno aparte con un grupo de compañeros, porque tenemos la misma exigencia que los jugadores”.
El partido entre La Gloria y El Ceibo
“Me sentí muy cómoda, creo que salió todo muy bien. Por más que era un partido en el que no había muchas cosas en juego, siempre cuando un árbitro debuto los jugadores se toman algunas atribuciones de más, pero en esta ocasión los dos equipos se portaron muy bien”.
“No es la primera vez que voy a la liga de Tres Lomas, creo que es una de las más exigentes que tiene la ABA, donde se juega y se mete mucho, es una liga que me gusta”.
Impartir justicia en un “mundo de hombres”
“Prejuicios hay siempre, aunque debido a que cada vez somos más las mujeres en el fútbol, esto por suerte va disminuyendo. El entorno te mide por lo que sabes, y si estas a la altura de la circunstancia los prejuicios van desapareciendo a pesar de ser mujer. Sabemos muy bien que tenemos la vara más alta y menos tolerancia a los errores”.
“El trato con los jugadores es normal, al principio se sorprenden, te das cuenta en sus caras, pero después es lo mismo. Yo siempre les digo que lo que hay que respetar es la figura del árbitro, sin importar el sexo que sea”.
“Lo de la hinchada es lo más divertido. A mí me mandan a lavar los platos, a cuidar a los chicos, a cocinar. Me lo tomo como cualquier insulto, trato de no darle demasiada importancia a lo que venga de afuera”.
“Creo que estaría buenísimo que todas las chicas que les gusta dirigir puedan animarse y no tengan miedo. Somos cada vez más y las posibilidades van en aumento. Si bien todavía el fútbol es un ambiente muy machista, de a poco está cambiando y lo seguirá haciendo”.